"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. "
Oscar WildeHoy escuché en las noticias que Jessica Osorio había muerto… y me embargó un sentimiento ambivalente de pena y alivio. Pena, porque para esa familia llegó el fin del dolor y el comienzo de su duelo. Alivio, porque por fin la justicia tiene la herramienta que necesita para dejarse caer sobre Andrade con todo el rigor de la ley (
OJALA!!)… pero también me llené de preguntas por contestar.
Realmente, no quiero sumarme a todas las voces y dedos acusadores que se levantan para recriminarla, a estas alturas, es demasiado fácil decir: “
Como pudo hacer algo asi! Yo jamás haría algo como eso!” y etecé, etecé. Ni siquiera sé cuánto podría costar una intervención como aquella: Ochocientos mil, un millón, dos millones de pesos??? Para mi mente eminentemente práctica, gastar ese dinero en una cirugía plástica es impensable. Ni siquiera estaría como plan B en el presupuesto! Definitivamente, tengo otras prioridades.
Yo no soy una mujer hermosa. Mis talentos y encantos van por otro lado (de hecho, siempre fui la “
simpática” del grupo, lo que nunca me molestó) por lo que no me preocupa si me salen arrugas o si ya se me nota el “michelín” de turno. El cuerpo dejó de ser tema hace mucho. Mi única preocupación por la facha es la mínima que necesito para trabajar, y tal como el maquillaje o la ropa, la cuido lo suficiente para que se vea bien y tener lo que llaman una “buena presencia”, digna, agradable, pero no monumental… Pero si lo pienso fríamente: Tendría la misma actitud si hubiese sido hermosa desde joven y todo mi punto de validación social hubiese partido desde allí? Seguramente que no. A lo mejor, estaría pendiente de mi cutis y de las arrugas. Gastaría una buena parte de mi presupuesto en cremas “anti-aging”, tratamientos corporales, implantes de botox y demases. Y también habría ahorrado para la o las cirugías de rigor pasado los 30… Si lo pienso bien, TODO mi sistema de vida sería distinto… pero desde mi perspectiva actual, francamente, no le encuentro sentido.
Otro punto es el tema netamente económico. Tendría la misma postura de indiferencia si alguien viniera a ofrecerme, por ejemplo, una cirugía gratuita a cambio de promoción? Tendría la valentía de decir “
no gracias, eso no es para mi”? A lo mejor lo pensaría en serio y comenzaría a soñar despierta con la facha que siempre desee tener. A lo mejor diría
ya!!! Y vamos sacándonos guata, poniéndonos cadera
s, respingándonos la nariz, subiendo la cola, alargando las piernas (se podrá?, eso si me gustaría por la cosa del baile!!), cambiando el color de los ojos, el tipo de pelo, oscureciendo la piel, sacando las arrugas, subiendo todo lo que haya que subir y un largo etecé (otra vez) para terminar siendo una yo que no soy yo… y con las preguntas típicas de rigor cuando me mire al espejo: PARA QUE? SOY MAS FELIZ ASI? SERE MAS VALORADA? (Esto último a lo mejor si, en este país el tema de la facha es poderoso y boludamente sobre-valorado)… y ahí vengo de vuelta a Jessica. Cuál fue el motor que la impulsó a arriesgarse a una
intervención en un lugar que a todas luces no reunía ni la más mínima condición para una atención médica
DIGNA??? Qué quería alcanzar? Más reconocimiento?, Más amor? Más confianza en ella misma?... Qué cosa fue más poderosa que la razón? Qué cosa fue más fuerte que el amor de sus hijos y su familia? Qué era lo que no la tenía feliz con su cuerpo?.
Mi madre siempre me dijo: “Lo barato sale caro” y a Jessica su sueño le salió demasiado caro, le costó la vida. Andrade, espero que te seques en la cárcel para que no causes más daño.
Este tipo es peor que un asesino o un violador, porque mató a sangre fría no solo el cerebro de Jessica, también sus ilusiones y – de pasadita - dejó huérfanos a unos hijitos que aún deben estarse preguntando que le pasó a su mamá, a esa mamá tan bella y alegre que ellos tenían! –
INFELIZ!!!!Insisto, muchas cosas he pensado, y dentro de eso recordé un artículo que escribió Rafael Cavada en la sección “Tinta Fresca” que se llamaba “Mujeres Dañadas” y cuánta razón le encontré entonces y mayormente ahora. Las mujeres hemos ido olvidando la dulzura, la femeneidad, la ternura, el encanto, la fragilidad y algunos de los roles más amables del
ser mujer por salir a trabajar y competir en un mundo machista y masculino que no trepida en hacernos mierda si comenzamos a destacar. Entonces, tendemos a renunciar a todo eso, hacernos fuertes y transar (de pronto, demasiado) para poder triunfar, a costa de parecernos al mismo modelo perverso que queremos vencer. Para convertirnos en la mala copia de un ser masculinizado, estresado y lleno de inseguridades.
Con todas estas reflexiones en mi mente, y una pena infinita en el corazón, es que le pido a todos los hombres que por esta semana, nos saquen a pasear, nos digan que nos vemos hermosas (aunque no sea verdad, pero traten de ser
CONVINCENTES por favor!), llévennos aunque sea a caminar a una plaza de la mano a la hora del crepúsculo, bésennos y hágannos el amor c
omo hace siglos que no lo hacen… a ver si con eso podemos mirarnos al espejo y sonreír satisfechas del cuerpo en el que tenemos envuelto nuestro más preciado tesoro:
NOSOTRAS MISMAS Y NUESTROS ENCANTOS VERDADEROS que van mucho, pero mucho más allá del envoltorio que nos tocó tener. Nuestro encanto interior trasciende nuestro pellejo y es – por ende – eterno. No existe evento capaz de evaluar nuestra belleza interior,
QUE ES UNICA E IRREPETIBLE EN EL UNIVERSO ENTERO!!!. Por eso es que somos todas reinas, como decía Gabriela Mistral,
TODAS, sólo hay que saber mirar, con los ojos del Principito tal vez, para descubrir que lo esencial es
INVISIBLE a los ojos del cuerpo, pero no asi a los del alma.
Jessica, es una pena no haberte conocido y haberte invitado un café conversado. A lo mejor, hubiese logrado convencerte que eras la mujer más hermosa que tus hijos y tus seres queridos podrían haber tenido jamás.
Y a las Jessicas del mundo les digo: No hagan caso de los modelos estéticos actuales, por favor!!! Este mundo esta loco, valora demasiado las cosas que no lo tienen. El cuerpo se termina, se arruga y se deteriora porque eso es natural que suceda. LO QUE VERDADERAMENTE VALE (COMO EL COMERCIAL DEL VINO) VA POR DENTRO, ESTA EN NUESTRO INMENSO E INVALUABLE INTERIOR.
ESO NO LO TRANSEN JAMAS!!!