La historia de una ovejita gris y un hombre probo...

Y aquí me tienes, papito querido, recordándote como siempre, en tu cumpleaños…

... Sí, eras un hombre probo, íntegro y bueno como pocos de los que quedaban en tu generación y la mía… de hecho, nunca más he visto a ningún “caballero” como tú (me pregunto si se habrán extinguido, lo mismo que las “damas”). Eras - como era el dicho de antes? - todo un caballero: Bombero, radical y masón! Qué lider eras en vida… si hasta el día de hoy me topo con personas que al reconocer el apellido me dicen: “No sabe cuánto le debo a su padre”…

Pensé poner una foto tuya en este post… pero decidí que mejor no, para hacerte honor. Tú siempre fuiste “low profile” y quise respetar eso… además que cuando empecé a buscar fotos, me di cuenta que tengo tan poquitas donde apareces tú!!! (MAAAADREEEEE, las fotos!!!)… pero definitivamente las más lindas, significantes y significativas las tiene mi mamá en su casa y tú sabes como es ella… no me va a pasar ni una sola, ni bajo tortura… Si, si pensé ir a cantarle de madrugada, pero eso tampoco funcionaría!... como toda madre, ella piensa que yo lo hago genial… bueno, igual que tú, no más… te acuerdas papito?... te acuerdas cuando te daba por mandarme a cantar “Alfonsina y el Mar” frente a tus amigos, o “Yesterday” con una chochera impresionante?... esas mismas canciones que ahora casi no recuerdo y que nunca más pude volver a cantar...

Padre mío, tú no sabes lo mucho que me has hecho falta. He necesitado tanto de tu hombro ancho, de tu abrazo seguro y de tu mano firme!!! Cuánto extraño refugiarme en tu regazo, asi, bien escondida para poder respirar mejor!!!… echo de menos tus palmaditas en mis mejillas, tus “racu-racu” con los zapatos por el pasillo de la casa y el sonido característico de las llaves en la cerradura… Uf! Si hasta extraño nuestras peleas eternas y nuestros debates sin fin… te acuerdas cómo te hacía rabiar haciéndote pensar que me iba a casar con un negro o que me iba a ir de patana o toda hippie por el mundo???... Qué bellos eran esos tiempos en que me sentía segura para volar, firme de tu mano para rebelarme y lo suficientemente comprendida como para ser un poco insolente… esta ovejita gris que te sacó canas verdes tantas pero tantas veces, ahora te extraña y te llora (en silencio, eso si, para no apenar a los demás).

Y ayer me quedé plop! cuando llamé a mi mami para preguntarle si hacíamos algo hoy y me dijo: “Pobrecita, si es la única que se acuerda después de tantos años”… si poh!, esta hija tan rebelde, a la que una vez le reprochaste que sentías que era la que menos te quería (que equivocado estabas padre mío!) sólo porque era demasiado distinta para las jovencitas del medio en que vivía… esta chica que no le interesaba casarse ni conseguir un “buen partido”, que quería ser independiente y conocer el mundo, que quería probar la vida a su manera y con sus ideas (“cada uno tiene su color, pu chi!!!, te acuerdas???) y que no te decía: “Si, papito” a todo lo que decías… esta ovejita gris – como tú me solías decir – es la única que hoy escribió en su blog: Feliz cumpleaños, papá!!!

Y no sabes con qué respeto te lo digo ahora, con ese respeto que nunca te di en vida… hoy estarías muy orgulloso de ver en que se ha convertido tu hija, la menor, esa que pintaba para desastre nacional… esa misma que te desesperaba con preguntas difíciles y cuestionamientos morales impensados para la época… esa misma que andaba toda estrafalaria por la vida, esa misma que leía el diario contigo los Domingos por la mañana y a la que retabas porque siempre te lo dejaba todo desordenado… a esta hija tuya que era tan loca – y que sigue siendo loca, la verdad – le creció un corazón, sabes?, que late con la misma pasión con la que solía latir el tuyo hasta unos momentos antes de morir… tal como a ti, a mi me van a faltar años para vivir y cuerpo para resistir este espíritu indomable de potro salvaje, que igual como tú me confesaste aquella vez, se va a resistir siempre a envejecer y morir.

Solo espero que desde donde estés padre mío, me puedas escuchar cantando, como regalo póstumo:

“Por la blanda arena que lame el mar…
Su pequeña huella no vuelve maaassss,
Y un sendero solo de peeennnaaass mudas llegó
Haassstaaa la espuma…

Te vas Alfonsina con tuuuu soledaaaad,
Qué poemas nuevos fuiste a buscaaaaar,
Y una voz antigua de viento y de saaaal…
Te requiebra el aaalmmmaaaa y la esta llevaaaandoooo
Y se va como en sueños, dormida, Alfonsiiiinaaaaa
Vestida de maaaaarrrrr…”
……
…
…

(Lo siento, papito, solo hasta aquí pude llegar… las lágrimas que corren por mis mejillas no me dejan seguir escribiendo y ya no puedo cantar)…

Este ha sido mi humilde regalo… Feliz cumpleaños, papá…

Te ama con toda el alma,

Tu eterna ovejita gris