De Gordis, Misses y Madres

Qué maravillosos seres de la creación somos las mujeres!!!... y lo digo de verdad, sin ánimo feminista ni nada que se le parezca. Somos tan valientes, jugadas, compañeras, amigas, amantes, parejas, madres y profesionales que me sorprende realmente ver como VOLUNTARIAMENTE aceptamos vernos relegadas a un segundo plano, especialmente en la vida pública, para darle cabida a ese mundo masculino, tan estresado, violento y machista.

Pero esa situación cambia y trasmuta cuando decidimos pelear por algo que realmente nos mueve las fibras más sensibles y profundas como es la muerte de un hijo, especialmente si la causa no es propia. Ahí tenemos a Cindy Sheehan, esta “Mom” de Estados Unidos que está fieramente empeñada en terminar con una guerra absurda, devastadora y que sólo sirve para alimentar egos desmedidos y ambiciones de poder que no se detienen ante el valor de la vida humana (sobre todo cuando es ajena. Me pregunto si eso cambiaría si la vida en riesgo fuera la propia). No en vano, el nombre de Sheehan está dentro de las primeras 5 opciones más buscadas en el Google, y no me cabe duda que pronto llegará a ser la primera. Qué una persona no puede parar una guerra?... JA!!! Una persona no, pero una Mujer-Madre si!!! Sólo es cuestión de tiempo. Esperen y verán.

Yo, desde Chilito querido, no puedo más que darle todo mi apoyo moral a Cindy, no puedo hacer más que enviarle las mejores Vibras y gritarle:

VAMOS CINDY, DALE QUE SE PUEDE!!!!

De mujeres valientes y aguerridas está plagada la historia pública y la anónima. No es acaso ejemplar ver el caso de la madre que murió en el accidente aéreo de Perú? Aquella que abrazó tan fuertemente a su hijo de un año que pudo salvarlo del impacto pero a costa de su propia vida. Ese es el tremendo poder del que venimos investidas las mujeres. Y aún así, tenemos la sabiduría necesaria para mantener nuestro bajo perfil.

Alguna vez participé en un seminario que hablaba sobre las prioridades y nos hicieron un ejercicio que a mi me mató el alma y me tuvo muy mal por días. El orador – un tremendo experto en comunicaciones – nos dijo: “Piensen en el siguiente caso: Van en un vuelo de vacaciones con toda la familia: Esposo/esposa e hijos. De pronto, el avión cae al mar y tienes tiempo de salvar sólo a uno de los miembros de tu familia. A quien escogerías y por qué.” Ni les cuento el tremendo debate que se formó, tanto así, que tuvimos que alargar la sesión para el día siguiente porque nunca nos pudimos poner de acuerdo en cual era la “prioridad”, pero una de las cosas que MAS me llamó la atención fue ver que la mayoría de los hombres habían decidido salvar a sus esposas y la mayoría de las mujeres, a sus hijos… Y yo, por primera vez en mi vida, no supe que decidir… de sólo imaginarme la situación se me heló la sangre en las venas. Espero que el destino nunca me obligue a tomar una decisión así. Con este caso, recordé una película tremenda actuada por la magistral Meryl Streep: “Sophie’s Choice” (La Decisión de Sophie).

Con todo esto dando vueltas por mi mente, es que encuentro más desubicado todavía el comentario público que hizo el ministro Eyzaguirre al llamar tan coloquialmente a Michelle Bachelet de “mi gordis”. Valor! Es que nadie puede tomarse esas atribuciones con quien será, muy probablemente, la futura presidentA (si, señores, presidentA) de Chile. Qué machista el comentario, por favor! Me pregunto si con el Sr. Lagos se tomaría ese tipo de atribuciones EN PUBLICO!... probablemente no. Además de ser desubicado, denota un total desconocimiento de la sensibilidad femenina. A NINGUNA MUJER le puedes decir “gordis”! Eso es ofensivo, especialmente si la fémina en cuestión no se ajusta a los cánones de belleza tan estúpidamente sobre-valorados en esta sociedad. Una mujer, hoy por hoy, se aquilata por su valor intelectual, moral y espiritual. Bueno, salvo en ciertos sectores en los que la mujer sigue siendo tomada como un objeto decorativo.

Yo me identifico con la imagen que proyecta doña Michelle (Y OJO que no tiene nada que ver con la posición política!!). Me identifico con esa imagen de mujer segura de si misma, que viene de un colegio con “número” (de hecho del mismo Liceo… ELE – CE – IIIIIII ! ! ! ! Ejem, perdón!!, se me salió el alma pre-mater, jejeje!!), inteligente, que sabe lo que quiere y para donde va en la vida. Estoy de acuerdo que no aplicaría para Miss Chile, pero estoy muy segura que tampoco le importa. Y ESA es la clave del poder que tiene doña Michelle!. Independiente del círculo que la rodea, ella – por si misma - es suficientemente fuerte para pararse con un estilo y una imagen propia y natural. Eso es lo que tiene de bueno, ella es como es y punto. Y acá queda demostrado que la gente no es tonta. La gente sabe de gente y puede percibir perfectamente bien cuando la persona es natural y espontánea. Y ese tremendo “asset” no lo tienen los otros dos candidatos… Para muestra basta el tremendo botón de Piñera y la conmoción nacional que provocó su última entrevista en el diario “El Mercurio”…(El que nada hace, nada teme, dice mi mamá) en contrapunto con la reacción que tuvo la Bachelet con el impasse de su hija adolescente conduciendo con unas cervezas de más. El que tiene ojos, que observe!.

Bueno, yo misma soy así. Una mujer sencilla, sin grandes historias que camina por la vida con inteligencia pero sin pretensiones. Por ahí, un “caballero” comentó que le gustaría ver a una mujer atractiva con una personalidad como la mía… a lo cual yo le respondí que lamentablemente los espíritus como el mío, por lo general, no vienen en cuerpos muy espectaculares por la simple ley natural de las compensaciones… salvo contadas excepciones, como nuestra nacional Cecilia Bolocco, que aparte de ser muy atractiva también es muy inteligente… pero esas son lo que dije, excepciones, cada vez en mayor número eso si. Menos mal!!!

Lo que yo más he visto en los hombres, sobre todo en sectores en los cuales la mujer también es un valor agregado para ellos, tal como el auto, la casa y el reloj, normalmente se casan con mujeres tremendamente atractivas como para demostrar poder. Difícilmente – creo yo – uno de esos ejecutivos se casaría con una mujer como yo, porque no le daría ese “valor agregado” de imagen que tanto persiguen últimamente, pero a lo mejor – y lo digo casi sin temor a equivocarme – si me buscarían como amante. Qué heavy! Cierto?

Cuando hablamos de las gordis, misses o madres del planeta… a todas, absolutamente a todas, nos trasciende, traspasa y transmuta el mismo poder puro, mágico y creador de dar vida, en todas las acepciones y connotaciones posibles. Desde la capacidad de tener hijos hasta la capacidad de amar a un hombre tan intensamente como para poderlo salvar aún de sus propios demonios. Eso es lo que nos da el valor y el coraje para tener actos de valentía como el de Cindy, el de Sor Teresa de Calcuta y el de la madre del accidente de Perú. Precisamente porque el valor de la vida viene en nuestra información genética y lo entendemos más con el alma que con el intelecto.

Por eso me siento indescriptiblemente feliz de ser mujer y de ser como soy. No soy ni un canon, ni un modelo ni un estereotipo. Simplemente soy yo misma: Una mujer súper bien asumida. Bien mina, que conoce exactamente su poder y cuando aplicarlo. VIVAN LAS MUJERES DEL PLANETA!!! (Si, lo dije y qué!).